ElenaVillamandos, sobrina nieta de Fernando Villamandos
|
«LA MUERTE» Ávido de escarcha el tiempo ruge simientes del olvido fecundan ya los valles se alza el potro sin tregua veloz cual veloz rayo en la tormenta y rompe el aire, nos postramos ante él suplicando su clemencia una cruz aquí un altar más allá; la luz de los cirios se hace chica y se quiebra sobre su lomo, posible es que en la eternidad sin embargo hallemos paz nos dicen los que visten con sotana, mas ¡oh, no!, no nos consuela ese rezo codiciamos doblegar al caballo amansar su imperturbable trote antes de que su blanca melena ya plena en la escarcha de los días acaricie nuestras mejillas. Bajo nuestros pies las lápidas emergen de la infértil tierra, un abrazo de quietud nos acoge… © Elena Villamandos |
Pedro Villamandos Pinto, padre de Fernando Villamandos
|
«TODO SE VA» Si ha de romper la muerte dulces lazos lo mismo que cadenas de oprimidos; si es la vida un concierto de quejidos mezclados con pasión de amantes brazos; si al gustar el calor de tu regazo pienso que he de llorar tu bien perdido; si todo aquello que nos es querido se nos va de la muerte en el abrazo; ¿por qué querer vivir, por qué afanarse, por qué amar y sentir, por qué uno mismo en loca vanidad ha de alocarse? Sorteemos del mundo el espejismo, y al despreciar la vida colocarse más cerca del creador que del abismo. © Pedro Villamandos |